Por Karina Perez

Estamos viviendo días difíciles en Chile, en términos personales, como comunidad y dentro de las empresas. Quizás para algunos era algo esperable, pero para muchos otros este levantamiento social es algo totalmente inesperado. No obstante, a todos nos afecta, transversalmente, y nos impactará el curso que tomen los acontecimientos. Tal trascendencia tiene el movimiento social chileno que está presente en gran parte de los medios, a escala global, y siendo discutido y analizado en muchas partes del mundo.

No tengo una receta mágica para decir qué es lo que hay que hacer o exactamente qué es lo que debemos esperar. Sin embargo, estoy convencida de que hay ciertas acciones que nos pueden ayudar a pasar mejor estos momentos y a contribuir desde nuestro propio entorno.

Por un lado, abrirnos a escuchar, realmente a entender lo que le pasa a otras personas, sus puntos de vista, sus tristezas, sus pasiones. Solo en la escucha activa podemos comprender, darle sentido y poder aportar. Escuchar también significa respetar las diferencias; no todos pensamos igual, pero todos somos libres de tener nuestras propias ideas. Desde ese respeto podemos encontrar un punto común, de lo contrario solo nos lleva a la pelea, a la discusión y a la polaridad. 

Desde nuestro rol en la gestión de talentos y el liderazgo organizacional, tenemos la oportunidad de generar este diálogo, pero además de promover entornos laborales donde se valore la diferencia y se propicien relaciones positivas.

Una segunda recomendación es ser más generosos; abrirnos a compartir lo que tenemos, sea lo material, el conocimiento o el tiempo. En estos días, se han dado tantas oportunidades y muestras de generosidad, ¡qué distinta sería nuestra sociedad si la generosidad fuera una constante! Si pensar en los demás, ponernos en su lugar y poder ayudar en lo que esté en nuestras manos, se convirtiese en una forma de vivir, no sería necesaria la confrontación. Esa generosidad no requiere de leyes ni del Estado, sino que está en nuestras manos. 

Desde el punto de vista organizacional, los liderazgos con visión de futuro pueden llevar a cabo acciones para conectar con los colaboradores y conectarlos entre sí, bajo esta mirada del compartir y del entender. Acciones como el voluntariado corporativo, jornadas de trabajo en equipo, coach organizacional y programas y encargados de bienestar con foco en las personas, son algunas acciones concretas que pueden contribuir a avanzar en esta dirección.

Para finalizar, y aún cuando los hechos están en desarrollo, no olvidemos agradecer a todos aquellos que nos han apoyado de alguna forma en estos tiempos, dándonos aliento, ayudándonos en el trabajo o en la casa. Valoremos a la persona que hizo algo por nosotros,  que nos sacó una sonrisa o que nos escuchó.

¿Y tu, tienes alguna historia de agradecimiento o buena voluntad que quieras compartir?

* Karina Perez es Managing Director de Executive Search en Robert Half para los Países Bajos