Crear un salario inflado puede costarte futuras ofertas de trabajo. Si tu salario inflado excede, por ejemplo, la tasa del mercado, posibles empleadores pueden pasar por alto tu postulación por considerarla demasiado costosa.
Igualmente, mentir sobre cuánto dinero ganas también puede indicarle a un empleador que vales más que las habilidades y la experiencia reales que aportas. Esto aumenta las expectativas que los empleadores tienen de ti y pueden llevar a una futura decepción cuando no puedas cumplir, disminuyendo tus probabilidades de un progreso profesional exitoso en la empresa.
Si lo que ganabas antes estaba por debajo del valor de mercado, informa a tu posible empleador que ya no puedes trabajar por debajo de ese valor, respaldándote con ejemplos de tus logros.
Para determinar lo que debes recibir en tu nuevo trabajo, considera el alcance de tu nueva función. Si trabajas en industrias de servicios financieros y tecnología, consulta la Guía Salarial de Robert Half para tener una referencia de tu industria.
Si sigues recibiendo una oferta inferior a la media del mercado, ten la confianza suficiente para alejarte y buscar oportunidades en otros lugares. Al final, en una entrevista laboral las responsabilidades son compartidas. Ser honesto sobre cuánto dinero ganas es la mejor política.
Mentir sobre tus ingresos anteriores puede arruinar el crecimiento y la progresión de tu carrera. Pero, sobre todo, simplemente no es profesional.
Es posible obtener el pago que mereces siendo honesto e indicando claramente durante la etapa de la entrevista cuál es el salario que esperas.