Trabajamos por dinero, ¿qué duda cabe? Sin embargo, también lo hacemos por una serie de otros factores, muchos de ellos subjetivos, que también tienen mucha importancia y que para muchos talentos son fundamentales.
Además, hoy se valoran las oportunidades de desarrollo profesional, la flexibilidad y el equilibrio entre la vida profesional y familiar. Muchas de estas motivaciones inciden en la decisión de querer trabajar o permanecer una determinada empresa y están relacionadas con lo que se denomina salario emocional.
¿Qué es el salario emocional?
El salario emocional es un conjunto de recompensas o beneficios intangibles que apuntan al bienestar de las personas, en este caso los trabajadores.
Como su nombre lo dice, está diseñado para satisfacer necesidades de tipo profesional, personal y hasta familiar, integrando una serie de retribuciones que apuntan a mejorar la calidad de vida. Y aunque no se trata de dinero, influyen en el nivel de motivación y productividad del equipo de trabajo. Se trata de un factor muy difícil de cuantificar porque no se trata de dinero, pero sin duda reduce considerablemente algo que las empresas no ven con buenos ojos, la rotación de personal.
¿Cómo implementarlo?
Aunque no es un concepto nuevo, en Chile no se ha masificado con la fuerza suficiente que ha mostrado en otras latitudes. En México, por ejemplo, su adopción ha permitido que se registren aumentos en la productividad de los empleados de hasta un 33%, así como su nivel de compromiso.
De esta forma, y sin dejar de lado la importancia del salario económico, el salario emocional es una variable clave para las generaciones de los millennials y centennials, quienes valoran ampliamente la existencia de este tipo de beneficios, por lo que Robert Half sugiere tres alternativas para que las empresas incorporen esta modalidad.
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Estimular el desarrollo de la carrera
Desarrolla un modelo que considere estrategias para fomentar el crecimiento profesional de tus trabajadores. Ofrece la alternativa de aprender nuevas herramientas que capaciten para que puedan participar en proyectos nuevos o distintos. Eso estimulará además el sentimiento de pertenencia, al mismo tiempo que desarrollan juntos un plan de carrera para tu equipo, planteándose nuevos retos laborales, involucrando a tus trabajadores en otras áreas de la empresa. Un plan bien logrado, atrae y retiene talento por sí mismo.
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Instaurar la práctica del coaching laboral
Además de enseñar y capacitar en nuevas áreas que le abra perspectivas tanto a los trabajadores como a la empresa, la evolución que se produce durante las acciones que llevan a alcanzar nuevas metas o desafíos también tiene que ser medida y evaluada. Para lograrlo, es recomendable retroalimentar a los trabajadores de manera constante y personalizada al menos una vez al mes, ejerciendo una forma de liderazgo donde escuches al equipo y ofrezcas apoyo en las áreas que requieran mejoría o algún tipo de refuerzo para que lleguen al nivel óptimo. Además de corregir el rumbo de las acciones en desarrollo, esta práctica permite felicitar o reconocer a quienes están haciendo bien su trabajo, identificar áreas de oportunidades beneficiosas para ellos y reforzar los lazos de equipo.
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Flexibilizar horarios
En la sociedad actual, son muchos los que ven en la rigidez de las jornadas un problema relevante. Las distancias entre los hogares y los trabajos, el tránsito saturado, las excesivas aglomeraciones de gente en el transporte público, los problemas para encontrar estacionamiento para quienes se desplazan en vehículos propios, son algunos ejemplos que afectan a la gran mayoría de los trabajadores. Aquellos que son padres muchas veces deben cumplir con el deber de llevar a sus hijos a clases. Muchos otros necesitan tiempo para hacer trámites, acudir al médico o una serie de acciones que coinciden con los horarios laborales. Surge aquí una oportunidad de empatizar y apoyar con una solución real a los trabajadores, ofreciendo horarios flexibles. Se trata de un factor que podría incluso generar una sensación de bienestar que implique un mayor nivel de eficiencia y compromiso. Simplemente se trata de entregar al equipo de trabajo una dosis de confianza que les permita organizar sus tiempos y horarios cuando los horarios laborales tradicionales sean un impedimento. Según la factibilidad y características del equipo y del negocio, es posible generar un plan que considere el desempeño personal, la capacidad de organización y combinar ambas variables con jornadas reducidas o de home office, por ejemplo, cambios de horarios de ingreso o salida e, incluso, días cuya jornada sea reducida.
Datos de Entrevista
Este material fue desarrollado en base a la experiencia de los consultores de reclutamiento de Robert Half. Descargue su copia!