Has hecho todo correctamente y has recibido la oferta de trabajo. Pero, después de la emoción inicial, te das cuenta de que hay detalles que no has pensado completamente. Quizás estés cuestionando el paquete de remuneración o el largo viaje al trabajo.
Tal vez no estés seguro de si la cultura o los valores de la empresa están alineados con los tuyos. O quizás lo estás considerando solo porque es lo sensato hacer, en lugar de algo por lo que te sientas apasionado.
Ahora es el momento de analizar la oferta desde todos los ángulos y resolver cualquier duda antes de comprometerte con algo que puedas lamentar más adelante.
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Informa al gerente de contratación que estás interesado, pero necesitas algunos días para considerar la oferta en su totalidad. Si es posible, da una razón concreta para pedir más tiempo, como la necesidad de discutir la oferta con tu pareja o completar una ronda de entrevistas con otra empresa.
Hazte a ti mismo preguntas difíciles. ¿Estoy satisfecho con el paquete de remuneración total, incluyendo salario, beneficios, planes de ahorro y ventajas? Recuerda considerar los costos de desplazamiento, incluyendo tiempo adicional, peajes, combustible y tarifas de estacionamiento.
¿Y qué hay del trabajo en sí? ¿Tienes claras las expectativas, el camino de carrera y el apoyo que recibirás para tener éxito en este puesto? ¿Y qué pasa con el equilibrio entre el trabajo y la vida personal? ¿Podrás seguir pasando tiempo de calidad con tu familia o participar en tus actividades después del trabajo favoritas?
Si una oferta no cumple con todos tus criterios, piensa en lo que sería necesario para que digas “sí”. ¿Aceptarías el puesto por más dinero? ¿Mejores beneficios? ¿Un entorno de trabajo híbrido? Decide ahora cuál es tu límite mínimo y comunícate con el gerente de contratación o el reclutador para informarle qué es lo que te impide aceptar. Es posible que el empleador esté dispuesto a negociar una contraoferta para convencerte de unirte a la empresa.
Después de una cuidadosa consideración, has decidido que el trabajo simplemente no es adecuado para ti. ¿Qué sucede ahora? La mejor manera de mantener tu reputación intacta es asegurarte de que todas tus interacciones con el reclutador o el empleador sean corteses.
Mantente positivo y evita cualquier lenguaje que pueda interpretarse como falta de gratitud o que refleje negativamente sobre la empresa involucrada. Mantén explicaciones concisas, pero honestas, como no poder mudarte debido a compromisos familiares o recibir una oferta de compensación mejor para un puesto inesperadamente más alto en otro lugar que sientes la obligación de aceptar.
Asegúrate de agradecer al empleador por la oportunidad de conocerlos y aprender sobre la empresa. Si hubo algo en particular que te gustó de la empresa, dilo.
También es útil mencionar tu aprecio por las personas que conociste durante el proceso de selección. Nunca sabes cuándo podrías ponerte en contacto con ellos nuevamente.
Rechazar una oferta de trabajo nunca es una decisión fácil. Pero cuando sucede, es importante identificar qué elementos de la oferta no cumplieron con tus expectativas. ¿Fue el salario? ¿Ubicación? ¿Responsabilidades? Comunica estos detalles claramente a tu reclutador para ayudarte a refinar tu búsqueda de trabajo y enfocarte en funciones que se ajusten más de cerca a tus necesidades.
También puedes utilizar esta experiencia para crear una estrategia de entrevista y asegurarte de obtener el trabajo que realmente deseas. Antes de la próxima entrevista, haz tu investigación. Investiga la empresa, planifica cómo usar la descripción del trabajo para enmarcar tu conversación y prepara preguntas de seguimiento que revelen si una oportunidad cumplirá con tus expectativas. Si surge una oferta, ya tendrás las respuestas que necesitas para tomar tu decisión.
Recibir una oferta de trabajo es emocionante y, a veces, es fácil pasar por alto o ignorar factores fundamentales que se vuelven más evidentes después de una reflexión más profunda. Pero es importante considerar cuidadosamente si la posición es realmente adecuada para ti antes de aceptarla. Si dedicas tiempo a entender toda la información y comprendes completamente lo que implica el puesto, podrás tomar una decisión informada antes de decir sí.
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